Fué nuestro vecino, nuestro amigo, nuestro compañero. Compartimos como familias amigas, las alegrías de los avances del gobierno de Salvador Allende, muchas y larguisimas conversaciones sobre el presente y futuro, su casa era una bibioteca que nutrió nuestra avidez de conocimientos, muchos de sus libros pasaron por nuestras manos. Estuvimos tambien acompañandolo en su momento mas terrible, cuando recorria comisarias, cuarteles y golpeaba todas las puertas buscando saber el paradero de sus hijos Maria y Galo, detenidos y en manos de la temible CNI. Sufrimos y lloramos su Inmolación en la Plaza de Concepción, dandole una lección a todo el mundo de lo que es el amor de un padre por sus hijos. Su sacrificio no fué solo por ellos, sino por todos los perseguidos, torturados y asesinados en nuestro país. Para nosotros era un compromiso y un deber estar presente en el Homenaje que se hizo en su población el 11 de noviembre de 2006.
sábado, 29 de septiembre de 2007
Sebastian Acevedo en la memoria
Fué nuestro vecino, nuestro amigo, nuestro compañero. Compartimos como familias amigas, las alegrías de los avances del gobierno de Salvador Allende, muchas y larguisimas conversaciones sobre el presente y futuro, su casa era una bibioteca que nutrió nuestra avidez de conocimientos, muchos de sus libros pasaron por nuestras manos. Estuvimos tambien acompañandolo en su momento mas terrible, cuando recorria comisarias, cuarteles y golpeaba todas las puertas buscando saber el paradero de sus hijos Maria y Galo, detenidos y en manos de la temible CNI. Sufrimos y lloramos su Inmolación en la Plaza de Concepción, dandole una lección a todo el mundo de lo que es el amor de un padre por sus hijos. Su sacrificio no fué solo por ellos, sino por todos los perseguidos, torturados y asesinados en nuestro país. Para nosotros era un compromiso y un deber estar presente en el Homenaje que se hizo en su población el 11 de noviembre de 2006.
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